viernes, 7 de junio de 2013

NARCISISTAS O SOLIDARIOS: CUESTION DE RESPONSABILIDAD


Se supone que la responsabilidad es uno de los elementos fundamentales en los que tiene que ser educado un ser humano. La simple evolución de la vida, nos hace ver que nadie puede eludir la realidad de la responsabilidad. El ámbito primario, casi podría decirse esencial, en el que esto sucede, es la familia. La familia es el lugar donde se siembra la responsabilidad de cara a la vida. La responsabilidad parte de ser consciente de los talentos que cada uno tiene, como dice la famosa frase: “un gran don supone una gran responsabilidad” y la familia es el lugar donde en primer lugar nuestros talentos son reconocidos. Ser responsable en la casa será el mejor modo de ser responsable en las demás actividades de la vida y, sobre todo, de ser responsable en la futura familia o en la futura comunidad que formarán los miembros del hogar.

También es necesario ser consciente de que la responsabilidad no puede ser individualista. Aunque este parece ser uno de los rasgos de la responsabilidad hoy día, cuando se afirma: “YO soy responsable”,  y se  deja de lado que, aunque la responsabilidad se vive ante uno mismo, también tiene que orientarse a los demás. A veces se oye en casa que cada uno es responsable de sí mismo, y se olvida la responsabilidad sobre los demás. ¿Por qué? Porque los demás han sido dados a mi vida para mi realización, y también para mi compromiso con ellos. A veces da la impresión de que en la familia moderna no siempre tenemos claro este aspecto de la responsabilidad. Incluso en el modo en que asignan tareas a los hijos, parecería que solamente los centramos en ellos mismos, como cuando les decimos que su única tarea es estudiar y excluimos que también tienen otras muchas tareas en la casa. No podemos permitir que en la familia se meta la identificación entre responsabilidad y egoísmo. Si no se es solidario, no se es verdaderamente responsable. Los dones y las dotes personales son al mismo tiempo una responsabilidad con Dios y con el prójimo. La familia, al hacernos responsables de demás, nos protege del egoísmo, que haría de la responsabilidad un simple narcisismo. 

La responsabilidad tiene además otro rostro, el rostro de hacer mejores a los demás. Cuando los miembros de la familia viven con responsabilidad, procuran que el otro pueda expresar mejor sus talentos. Con lo cual, el que es responsable, se convierte a su vez en generador de responsabilidad y crecimiento de los demás. La ayuda recíproca permite expresar los propios dones precisamente en la casa. Es lo que podríamos definir como una responsabilidad “solidaria". La responsabilidad, en definitiva, no aísla los propios talentos, sino que los desarrolla de verdad en la medida en que los multiplica en la relación con los otros. Ahora sí ¿soy de verdad responsable?

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